Mitos de la pérdida auditiva

5 conceptos erróneos sobre la hipoacusia

Aunque la hipoacusia es una de las patologías más comunes, todavía hay muchos mitos que rodean a la pérdida auditiva

No entenderla del todo puede llevar a que muchas personas no reciban el tratamiento adecuado, o que no sean tratadas con el respeto que se merecen.

En este sentido, hoy vamos a desmentir algunos de los conceptos erróneos sobre la pérdida auditiva más extendidos.

1. Las personas con sordera no pueden conducir

La base de esta idea equivocada está en la importancia de las señales acústicas para conducir de forma segura. A la hora de conducir debemos estar atentos al claxon de los vehículos, las sirenas de las ambulancias, los pitidos que alertan de un accidente, etc.

Sin embargo, es importante recordar que muchas personas a las que se les considera sordas, pueden percibir sonidos. Con el uso de un audífono, la hipoacusia no debería ser ningún impedimento para conducir de forma segura.

Por supuesto, existen algunas condiciones para obtener un permiso de conducir. Por ejemplo, la deficiencia auditiva no debe superar el 45% para conducir vehículos profesionales o el 35% para vehículos profesionales.

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2. La lengua de señas es universal

Por otro lado, muchas personas piensan que la lengua de señas es universal, hablada por todas las personas sordas sin importar el país.

Lengua de Signos

Además, la lengua de signos no es una sola, ni siquiera una por cada lengua oral. Cada lengua oral suele corresponder a una región. En el caso de España, reconocemos la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC).

Por cierto, llamarlo “lenguaje de señas” es erróneo, ya que es “lengua de signos”; y los sordos no lo hablan, ellos signan.

3. La pérdida auditiva es signo de vejez

Por lo general, solemos relacionar la pérdida auditiva con una edad avanzada. Aunque la presbiacusia es una de las formas más comunes de hipoacusia, la pérdida auditiva también puede tener otras causas no relacionadas con la edad, tales como:

  • Infecciones del oído.
  • Lesiones en el oído.
  • Enfermedad de Ménière
  • Exposición a ruidos elevados o prolongados.
  • Medicamentos ototóxicos.

Además, la hipoacusia también puede estar presente al nacer, por eso se realizan screenings auditivos. En el caso de la pérdida auditiva infantil, esta debe ser atendida de inmediato y el niño necesitará el apoyo de un logopeda, ya que puede traer problemas en el desarrollo del lenguaje.

4. La hipoacusia se cura

Aunque se puede recibir tratamiento para la hipoacusia, se trata de un trastorno que no tiene cura. En la actualidad, es imposible devolver la capacidad auditiva al nivel que se tenía antes de la sordera.

Lo que se ofrecen son soluciones o ayudas auditivas que pueden corregir la audición del paciente para que pueda percibir mejor los sonidos. Esto se consigue amplificando los sonidos no audibles por la persona con hipoacusia.

Mitos de la pérdida auditiva

5. El audífono es una solución instantánea

Aunque los audífonos son capaces de corregir la audición y mejorar en gran medida la calidad de vida del usuario, no es una solución mágica. No basta con adquirir un audífono, ya que este debe adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente.

Si se ha pasado mucho tiempo sin percibir sonidos, la experiencia de volver a escuchar puede ser abrumadora. Por ello es tan importante el seguimiento profesional, así como el entrenamiento auditivo para volver a acostumbrarse a los sonidos.

Además, debemos recordar que no todas las hipoacusias pueden corregirse con audífonos. En el caso de las pérdidas auditivas más profundas, por ejemplo, es muy probable que no puedan solucionarse sin un implante coclear.

La viabilidad de usar un audífono para tratar la pérdida auditiva, así como los requerimientos y ajustes que deben realizarse a cada audífono, será determinado por el audioprotesista tras realizar unas pruebas auditivas.

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