Las primeras ayudas auditivas fueron creadas hace más de un siglo y eran analógicas. Sin embargo, con el paso de los años, la tecnología avanza y los audífonos digitales han logrado apoderarse del mercado.
Las ventajas del audífono digital son demasiadas como para pasarlas por alto. A continuación, te explicaremos el funcionamiento de ambas opciones.
1. Audífonos analógicos, ¿cómo funcionan?
Los audífonos analógicos recogen el sonido a través del micrófono, que lo envía como señales eléctricas al amplificador y de allí pasa al auricular, que las vuelve a convertir en sonido.
El inconveniente con los audífonos analógicos es que ofrecen una amplificación lineal; es decir, se aplica la misma potencia para todos los sonidos, sin discriminar entre agudos y graves.
Como muchas de las hipoacusias ocurren en las frecuencias graves, los sonidos graves (como los ruidos ambientes) tendrán un volumen más elevado del necesario. Además, el feedback es más común en los audífonos analógicos.
Los audífonos analógicos no permiten un ajuste fino a las necesidades auditivas del usuario, pero en los años 90 surgieron audífonos programables digitalmente con procesamiento analógico. Estos aprovechan la estructura multicanal para distinguir frecuencias graves y agudas y modificar la ganancia de forma independiente.
El audífono analógico siempre ha sido una opción más económica, pero que funciona mejor en pacientes con curvas audiométricas planas (con el mismo nivel en todas las frecuencias) y que no tengan cambios bruscos de ambientes sonoros, o pacientes con un rango dinámico lo más amplio posible.
2. Audífonos digitales, ¿cómo funcionan?
Por su parte, los audífonos digitales son dispositivos con tecnología punta, que incluyen muchas más prestaciones y funciones.
Se caracterizan por tener un procesador en su interior que recibe la información digital enviada por el micrófono y trata de compensar las frecuencias que no escucha el usuario. Además, limpia los sonidos antes de emitirlos amplificados y adaptados al ambiente acústico.
Además, permiten configurarse para distintos entornos auditivos, eliminar distorsiones o ruidos, e incluso subir las frecuencias de las voces para una mejor comprensión del habla. La mayoría de ellos cuentan con opciones de programación y conectividad con otros dispositivos.
En la actualidad, existen muchos tipos de audífonos digitales, los cuales se clasifican por su forma.
3. Ventajas de los audífonos digitales
- Permiten personalizar la experiencia auditiva para que puedas escuchar claramente los sonidos sin importar el entorno en el que te encuentres.
- Es posible filtrar lo que no se desea escuchar, ajustando discretamente el volumen y los niveles.
- Gracias a la conectividad Bluetooth, también pueden utilizarse como auriculares inalámbricos.
- La calidad del sonido es mayor y adaptada a la pérdida auditiva específica del usuario, facilitando la comunicación.
- Los hay con distintos niveles de discreción y potencia, adaptados a los distintos presupuestos.
- Existen opciones recargables.
4. Audífonos analógicos vs audífonos digitales: diferencias
- El procesamiento del sonido se procesa electrónicamente en un sistema de circuitos en el caso del audífono analógico, mientras que el audífono digital utiliza un procesamiento de sonido digital.
- Los audífonos digitales se pueden programar con diferentes configuraciones para cada entorno auditivo, mientras que lo único que se puede hacer con el audífono analógico es subir el volumen.
- El audífono analógico amplifica todos los sonidos, pero el audífono digital permite discriminar entre el habla y el ruido para solo amplificar la información necesaria.
- Los audífonos analógicos solo funcionan con pilas, mientras que para el audífono digital existen opciones recargables.
- Los audífonos analógicos son de gran tamaño porque necesitan espacio para al amplificador; por su parte, existen muchos tamaños para los audífonos digitales.
- Los audífonos digitales son casi inmunes a la retroalimentación, algo muy común en los audífonos analógicos.
- Muchos audífonos digitales se conectan con el móvil y tienen una gran vida útil, mientras que los audífonos analógicos generalmente ni siquiera cuentan con servicio técnico.
¿Son mejores los audífonos analógicos o los digitales?
Aunque existen casos muy específicos en los que el audífono analógico podría ser suficiente, lo cierto es que el audífono digital ofrece muchas más ventajas. Estos últimos funcionan para cualquier grado y tipo de pérdida auditiva, y cuentan con muchas más prestaciones.
Los pacientes que están acostumbrados al audífono analógico, sin embargo, pueden encontrar molesto los sonidos al cambiarse a los audífonos digitales. En este caso, lo recomendable es comenzar sin configurarlos, y adaptarse poco a poco. Claro está, la elección del audífono depende de muchos factores. Es importante que el audiólogo evalúe el caso del paciente y le ayude a elegir un audífono que se adapte a sus necesidades auditivas; además, se encargará de los ajustes de programación.
